5 dic 2014

Idealizar-te.

Primero que nada, el Mundo de Al nunca ha estado parado, hay un pequeño enlace a la derecha el cuál enlaza al Facebook dónde he continuado esta aventura, este mundo, mi mundo.

He querido revivir este pequeño trozo de mi y, para ello, he leído todas mis entradas y leído comentarios (no había muchos, pero oye, había). Y, para no sorprender, me llamó la atención uno. Pidiéndome que hablara sobre el tema de idealizar a una persona y de amores prohibidos. En esto último no creo que me meta, no hay amores prohibidos, si hay amor, ES AMOR.

Quizás con mi edad, aunque sea corta, he aprendido que no hay que idealizar a nadie. Absolutamente a nadie. Me cansé de las decepciones, de mis entradas pasadas para amores desgarradores, de los que esperaba mucho, de amigos que creía que eran irreemplazables y me sobraron las dos primeras letras de la palabra. ¿Mi consejo? No idealices ni a tu familia.

Déjate de sorprender cariño. Es la base de el juego de la vida.
Creo que, en el momento en que conoces a alguien, si ya no es lo que creías ¿por qué lo pones en un pedestal? Yo siempre me doy en la cabeza con el pedestal colgante que tiene mi abuela en el patio, y así me ha ido, no te digo más.

Cuánto más lo subas, más idealices, más imagines, más lejos llegarán los trozos al caer, más posibilidades de que se te incrusten a ti y, joder, te dolerá.

Busca a alguien, sea amor o sea amigx, en el que encuentres todo sin buscarlo, que no logrees creértelo pero, ¡ahí está carajo! Puedes tener expectativas sobre alguien, sí, yo las tengo, todos las tenemos pero a mi me va la jardinería a ras de suelo.

No voy a pedir ni desear que me bajen la luna, a mi con que llegue a la rama alta del árbol a cogerme los limones, yo soy feliz.